Este email va sobre lo único que no puedes comprar
Y te digo cómo yo lo tengo y tú no
Y para qué lo utilizo.
Desde que me mudé a Tenerife en junio cada miércoles vamos a jugar al volley playa
Es la mejor actividad que hago en toda la semana.
Lo organiza mi amiga Mónica,
con la que también vamos al gimnasio.
Llámalo gimnasio
llámalo clase colectiva.
ya que cada hora solo pueden acudir 8 personas
y debes apuntarte con anterioridad
y normalmente con mucha anterioridad para tener la hora que a ti te viene bien.
Pues Mónica solo podía ir al gimnasio a la misma hora a la que jugamos al volley
Y claro, si Mónica va al gimnasio no podemos ir al volley.
Lo que supone una jodienda para mí.
Así que le dije que le cedía mi plaza en la clase colectiva para yo ir a una hora de la mañana.
De esta manera ella iba al gimnasio, yo iba al gimnasio y todos podíamos jugar al volley.
Bueno
todo este galimatías de gimnasio, volley y horarios es para demostrarte que yo tengo lo que me gusta llamar:
EL COMODÍN DEL TIEMPO
El comodín del tiempo me permite:
- ir al gimnasio a horas que otros no pueden
- recoger al aeropuerto a visitantes independientemente de la hora a la que llegue su avión
- atender a mi abuela sea la hora que sea cuando me llame
Yo, como trabajo para mí, tengo el comodín del tiempo
Tú, como trabajas para otro, casi seguro que no
El comodín del tiempo es la hostia
Y cuando lo tienes y lo experimentas sabes que nunca más vas a querer trabajar para otro.
Si quieres experimentarlo, y creo que cualquier persona adulta querría pero no sabes cómo empezar
Cada día mando un mail aconsejándote y ayudándote a conseguir todo eso que hemos hablado ahora.
Es apuntándote aquí abajo
Aquí abajo.