1KM. 7 MINUTOS. 2 PAÍSES

He estado unos días de vacaciones por el País Vasco

Antes solo había estado en una feria de ticketing en Bilbao en la que dio poco tiempo a degustar pintxos. 

Era mi primera visita de verdad.

Y me he apuntado varias historias que contarte que pueden ayudarte (o no) con lo de montar tu negocio. 

Bien

Pues mi ruta por el País Vasco empezó en Hondarribia. 

Hondarribia es el último pueblo español antes de la frontera con Francia. 

Está tan cerca de Francia que lo separa solo una ría de algo menos de 1 km de ancho. 

Para que sea más sencillo de visualizar la cercanía, ese trayecto se cubre con un pequeño barco donde caben menos de 50 pasajeros y donde el capitán no sabe muy bien si es vasco, español o francés (y además le da igual), que te cuesta solo 2€ y que tarda 7 minutos en pasar de una orilla a otra. 

Estás en España, 

pagas 2 €

pasan 7 minutos

estás en Francia

Pasas de un país a otro sin darte cuenta

Y eso es así porque las fronteras son líneas imaginarias que los seres humanos hemos creado. 

Son bordes autoimpuestos. 

A la ría, 

A los Pirineos 

Y a toda la Pachamama en general 

les da igual donde tú, yo o el mismísimo Otto von Bismarck pongamos las fronteras

Para la Pachamama todo es campo

Todo es fértil. 

Todo es natural. 

Los seres humanos somos de ponernos barreras, 

de establecer bordes

de autoimponernos límites.

Cuando si nos dejáramos hacer, 

y pensar libremente veríamos 

que no tenemos límite.

Que podemos llegar más lejos de lo que creemos. 

Muchos de esos límites nos los ponemos nosotros mismos: 

“Ya, pero es que yo no sabré hacer tal cosa…”

“Sí, pero es que yo no he estudiado eso…”

“Bueno pero es que al no tener experiencia de tal…”

Deja de autoimponerte límites y simplemente empieza

Nunca, ni ahora ni dentro de 10 años va a ser el momento ideal o vas a tener toda la experiencia, conocimiento, formación y recursos que crees que necesitas. 

Empieza ahora y mira a ver qué pasa

Como si no hubiera límites

Como si pudieras cruzar una frontera en un simple pequeño barco

Si estás dispuesto a no ponerte bordes, ni límites, ni fronteras…

Tengo una newsletter para ti

Te apuntas aquí abajo