Hace unos días me escribió Carlos.
Carlos tiene un problema recurrente que me comentáis otros y me han comentado proto-emprendedores durante toda la vida.
Así que la respuesta que le di la comparto por aquí para que tú también la tengas.
Este es el mensaje que me envió Carlos.
Hola Fran,
Llevo bastantes semanas siguiendo tus mails diarios, me apunté porque te vi en otra newsletter, como bien has dicho que la publicidad es importante.
[…]
Mi principal problema ha sido siempre la búsqueda de “La Idea”. Nunca nada me ha llamado tanto como para dejarlo todo y ponerme con ello, aunque he tocado alguna cosa de refilón.
El caso, es que con el tiempo ya me he dado cuenta que la idea da igual, no es necesario inventar la fregona o el chupa-chus, que lo mas importante es la ejecución, en lo que creo que puedo hacerlo bien. Aún así, me hace falta una idea. Ahí es donde te quería pedir consejo y por mucho que leo y busco en esto no acabo de encontrar respuesta.
Saludos,
Carlos
Lo que más me gusta del mensaje de Carlos es la importancia que le da a la ejecución.
PORQUE ES 100 % ASÍ.
Ni os imagináis la cantidad de ideas que parecían buenísimas, que parecían que iban a cambiar el mundo, que parecían que tenían que triunfar sí o sí…
Muchas de esas ideas se quedaron por el camino por la falta o por una mala ejecución.
Por eso, lo primero que le contesté a Carlos es que la idea es casi lo de menos. Que lo importante es empezar a partir de un “algo” que casi seguro que tienes en la cabeza. Un “algo” que te gusta. Un “algo” que tú crees que puedes hacer diferente. Un “algo” que te llama la atención.
A parte de esto le dije 3 cosas que a mí me han servido tanto para generar ideas como para estar en contacto con gente que tiene ideas.
VOY
1- A veces no es el dónde sino el qué.
Te cuento mi caso. A mi no me encantaba el sector de los eventos, es algo que no conocía, pero sí que quería tener mi empresa, mi propio proyecto. Y busqué oportunidades, sin importarme el sector. Sabía el qué: montármelo por mi cuenta. Pero no el dónde: en qué sector.
Quizá tú tienes que empezar preguntándote ese qué y ese estilo de vida que sientes de dentro que quieres tener y, luego, buscar ese dónde.
2.- ¡HAZ COSAS!
Da igual el qué, empieza y tira por ahí. Haz cursos nuevos (si son enfocados al mundo empresarial mejor), ve a charlas y eventos para emprendedores (no sé dónde vives pero en casi todas las ciudades ya hay centros de coworking, iniciativas públicas y privadas que se dedican a ello). localiza y sigue a gente que hace podcast de emprendimiento.
La idea como tal es muy difícil de buscar, es más bien una suma de estímulos que un día hacen «boom» en tu cabeza.
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