Hoy en conceptos económicos-empresariales no solicitados: las externalidades.
Y cómo cuando te lo montas por tu cuenta puedes gestionarlas mejor.
Las externalidades son efectos secundarios (buenos o malos) que se producen cuando una persona o una empresa realiza una actividad y no asume todos los costes de la misma, o todos los beneficios que le podría reportar.
Más fácil.
Si vas en el ascensor y se sube contigo un vecino al que se le escapa una ventosidad pues… es una externalidad negativa que sufres.
Si en cambio, ese mismo vecino acaba de perfumarse antes de salir de casa y la colonia que lleva emite una fragancia agradable, es una externalidad positiva que disfrutas.
Pues lo mismo y multiplicado por varias cifras en relación a las empresas.
La mayoría de las externalidades que producen las empresas suelen ser de las negativas:
- contaminación
- deforestación
- uso inadecuado de recursos
- ruido
- malos olores
- contaminación lumínica
- desechos abandonados
Son efectos secundarios que sufren el medio ambiente, los vecinos e incluso los trabajadores de dicha empresa.
Y te digo esto porque cuando tú eres el dueño de tu negocio , tú eliges y controlas si tu actividad genera o no externalidades.
Pero si no, no.
Si trabajas para un banco que te hace imprimir cada día 50 o 60 hojas para trámites innecesarios. Si trabajas en una fábrica que emite gases de efecto invernadero. O si formas parte de una actividad donde se arrojan residuos a los ríos… pues no puedes elegir.
Y el objetivo que tenemos que buscar como seres humanos es poder elegir.
Si quieres que otros elijan por ti, no tengo nada para ti.
En cambio si quieres coger las riendas, mando cada día un mail para hacerte ver que puedes hacerlo.
Te apuntas aquí abajo.