Muchos emprendedores con los que hablo se preocupan de ser muy pesados con sus clientes.
Yo les digo que les llamen, que trabajen el email marketing, que inviertan en publicidad…
Y ellos me dicen que no quieren ser pesados con ellos, que ya le llamaron hace dos meses o que hace 20 días le mandaron un correo.
Esto va sobre la insistencia, la imagen de marca y sobre que tu cliente no recuerda nada de ti.
Esto es un caso real que me pasó.
Real porque además fui yo el que hice todos estos pasos y el que acabó cerrando la venta.
En mayo de 2018 llamé a un potencial cliente que convertí en cliente en esa misma llamada. El cliente quedó encantado por lo que le ofrecía.
Tanto que acabó la llamada con esta frase: “Ojalá os hubiera conocido antes”.
“Ojalá os hubiera conocido antes” me dijo.
Ojalá, implicando el deseo que tenía por habernos conocido antes y así empezar a trabajar con nosotros antes en vez del servicio que usaba hasta ahora.
Te repito que es un caso real y he revisado todos los impactos directos hechos a este cliente antes de escribir el correo. Por impacto directo me refiero a llamadas hechas solo al número de teléfono que usé al cerrar al cliente y correos electrónicos enviados al email que me dijo el cliente que le enviara el contrato.
No incluyo si nos vio por algún anuncio en redes o si algún cliente actual nuestro le hablara de nosotros, que no lo descarto.
marzo 2018 – llamada
enero 2018 – email personalizado
septiembre 2017 – llamada
agosto 2017 – email personalizado
marzo 2017 – email genérico
enero 2017 – llamada
octubre 2016 – email genérico
mayo 2016 – email genérico
Es decir, le hice 8 impactos antes de cerrar la venta en esa llamada que el cliente creía que era la primera vez que le contactaba.
8 impactos en 2 años para que ese noveno impacto fuera determinante.
El cliente casi nunca te recuerda.
Ni a ti ni a tu marca.
Cuando tú crees que estás siendo pesado es cuando estás consiguiendo un mínimo impacto en el cliente.
Los clientes lo son todo
Y yo cada día te mano un email intentándolo explicar.
Si te interesa, te apuntas abajo.
Aquí abajo.