Sigo en Madrid
Y entre mis prioridades estaba, por supuesto, ver a mi abuela
Digo abuela porque solo me queda una.
Una bendición que hay que aprovechar.
De las abuelas se puede aprender mucho
De la vida
De la historia
De la educación…
Y también de ventas
de marketing
y, lo que nos atañe hoy,
de montártelo por tu cuenta.
Con mi abuela tengo un plan TOP que siempre que podemos hacemos:
- Bocadillo de Calamares en “La Campana”
Que para los que no son de Madrid es el bar donde hacen el mejor bocadillo de calamares del mundo y está muy cerquita de la plaza mayor.
- Y después del bocadillo nos tomamos un yogur helado en el Llao-Llao.
Tradición y modernismo todo en unos pocos metros y en unos pocos bocados
Bueno, al lío.
Estaba haciéndome un “selfie”, o como dice mi abuela con la chulería que solo una abuela madrileña puede tener “un serfi” cuando lo vi.
Mi abuela
Quizá la tuya también
Pero mi abuela siempre
Mi abuela siempre sale bien en las fotos
Da igual que le avise, que no le avise.
Que sea en interior o en exterior
Que esté comiendo o esté rebuscando en su bolso
Mi abuela siempre sale bien en las fotos
Y esto es algo que ya llevaba tiempo dando vueltas y fue ayer cuando entendí por qué siempre sale bien.
Y es porque es “natural”
Mi abuela no posa
Mi abuela no está pendiente del perfil bueno
O de qué lleva puesto
O de si se ha manchado la blusa con el topping de chocolate
O de que le enseñes el resultado de la foto nada más hacerla
Mi abuela es natural
Y cuando uno hace lo que es natural está a gusto, está bien, está atractivo, está tranquilo, está en paz consigo mismo.
Y todo eso hace que salgas bien en las fotos
Y no solo eso.
También hace que vivas más tranquilo, que estés más relajado y que, en definitiva, seas más feliz en la vida.
Pasar 2 horas de transporte al trabajo no es natural
Pasar 8 horas bajo unas luces de oficina no es natural
Aguantar a jefes, jefas o jefos que tienen menos talento que tú…
Te dejo acabar la frase a ti
… no es natural
Lo natural es tener libertad de agenda, de horario y de acción
No tener que estar pidiendo permiso para hacer acciones que sabes que se necesitan hacer
Y, por supuesto, no tener que pedir permiso para un lunes comiendo calamares y yogures helados con tu abuela.
Para conseguir eso, mando un email diario para que puedas hacerlo, te apuntas aquí abajo.