soy fran, soy fran, soy fran, soy fran, soy fran, soy fran

La semana pasada envié un email comentado el caso de la deportista Simone Biles, que no había competido por problemas de salud, especialmente mentales y que en la vida hay que hacer lo que uno quiere

 

Se conoce que el email gustó mucho

O al menos removió las cabecitas de muchos suscriptores como tú

ya que fueron varios más de los habituales los que contestasteis a este correo.

 

Una de las respuestas 

que más me gustó, 

y te digo debajo por qué,

y es tanto por lo que dice

como por una «clase» de branding

que te voy a regalar, 

fue lo que me escribió William:

 

Copio-pego su mensaje

 

«Hola Franc…

 

Primero que todo, gracias. Gracias por tomarte tu tiempo y reflexionar y escribir. Aprendo y merece la pena regalarte estos minutos.

 

Aprendo de mucha gente y eso es lo que tiene la curiosidad.

 

Hay que darle motivos a la vida para que te mantenga y te sostenga. Amo este viaje. Pero también acepto lo que la vida tiene preparado para mí.

 

Así que parte vital de la salud mental es tener proyectos y saber adaptarse.

 

Respirar y meditar.

 

El respirar y meditar es un camino en solitario, difícil y con el tiempo nos hacemos responsables de nosotros mismos.

 

La definición de felicidad es subjetiva, pero la sensación de libertad es para experimentarla.

 

Ella sabrá que estará bien cuando obtenga la experiencia de libertad.

 

Un Saludo.»

 

PUNTO NÚMERO 1

Casi al final de su mensaje William dice «la sensación de libertad es para experimentarla»

 

(te dejo tiempo para que la releas e interiorices)

 

El pájaro que siempre ha estado enjaulado

la persona que no ha salido nunca de su pueblo

o el trabajador que siempre ha trabajado para otro

 

nunca conocen la sensación de libertad, es una sensación tal que cuando la experimentas no quieres otra cosa. Cuidado que engancha

 

PUNTO NÚMERO 2

Si os fijáis William, sé que totalmente sin querer, me llama Franc, en vez de Fran

«Franc» con “c” final. 

Y eso que cada día, en el email que envío, en el emisor pone «Fran de emprendemelón»

 

William ha recibido cada día un correo de mi parte durante casi un mes, y aún así me escribe Franc, en vez de Fran.

 

¿Y cuál es el aprendizaje de todo esto?

 

Que el nombre de tu proyecto no le importa a nadie

 

Por eso deja de perder el tiempo en decidir el nombre o la marca, o el logo o el diseño y ponte a trabajar.

Avanza, que la gente llame a tu proyecto como quiera, pero que te vean haciendo cosas.

 

A mí me da igual que William me llame Franc o que haya gente que me diga «el de los melones«. Lo que quiero es que cuando vayan a montárselo por su cuenta y quieran contar con alguien –> se acuerden de mí.

 

Si tú quieres experimentar por primera vez en tu vida la sensación de libertad que supone trabajar para ti mismo, cada día mando un email que te puede ayudar a estar mas cerca de esa experiencia.

 

Te apuntas aquí abajo.